DOCUMENTO 18.- CARTA, TESTAMENTO, CRONICA DE DON MARCELIANO SAYANS CASTAÑOS POR LA QUE
ME DONA “LA LAMPARA DE LA ABUNDANCIA”.-
Por estas fechas prenavideñas de hace veinticinco años, (carta
fechada el 3 de diciembre de 1989) recibía una amplia caja de cartón con cierto
peso, de la que saqué un sobre que iba en la parte superior. El mismo contenía
una carta de Don MarcelianoSayansCastaños , que es la que reproduzco, por la
que me regalaba su” Lámpara del Cuerno de la Abundancia”.
Lámpara que había presidido su mesa de despacho durante casi
toda su vida profesional como médico. Se pueden imaginar la emoción que me
produjo y la rapidez que me di para desembalarla. Me parecía mentira poder
tener la Lámpara de la Abundancia que desde mi más tierna infancia había visto
siempre en la mesa del Doctor Sayans. Y además saber de primera mano la
historia de la misma que ya antes de ser propiedad de mi gran amigo arrastraba
una historia universitaria de alto grado.
Evidentemente, don Marceliano, se pasaba con este aguinaldo,
dado que desde cuando un servidor usaba pantalón corto, tenía acceso a su
Biblioteca (gran Biblioteca) a sus libros, a sus charlas amenas y siempre
ilustrativas,y por consiguiente yo ya me consideraba afortunado.
Hoy un cuarto de siglo después todavía siento un escalofrío
de emoción cuando escribo estos párrafos, recordando lo que supuso para mí este
regalo.
Despide Don Marceliano su carta pidiéndome que cuando mire
la Lámpara me acuerde un poquito de él, y eso hago desde aquel día, cuando mi
mujer, Isabel, dijo que era mucha lámpara para mi humilde estudio y la
colocó donde más se viera, en el zaguán
de entrada en casa, encima de la consolade su abuela Ana, también del siglo XIX, como la Lámpara.
La Lámpara de la Abundancia en un principio, según me contó
cuando acudí a Villa Solo a agradecerle el aguinaldo y llevarle de paso una
tarta de queso hecha por Isabel, que le gustaba mucho, funcionó con carburo, teniendo quemador y posteriormente se transformó en eléctrica,
aún en época del Rector de la Universidad de Valladolid.
Nosotros retiramos las pantallas de pergamino que tuvo en
vida de don Marceliano porque estaban muy deterioradas y
volvimos a poner las tulipas de cristal. Y así desde hace 25 años , todos los
días al entrar y salir de mi casa dedico un gustoso recuerdo al DoctroSayans y
los ratos pasados con él, o los actos culturales a los que asistimos juntos,
entre ellos la creación en Trujillo de la REAL ACADEMIA DE EXTREMADURA DE LAS
LETRAS Y LAS ARTES, allá por 1980, o cuando le introduje en la Cofradía
Extremeña de Gastronomía, donde llegó a obtener la categoría de Cofrade de
Honor, pero esto último ya tendrá desarrollo en otra ocasión.
Juzguen ustedes la belleza de la Lámpara y su tamaño,
midiendo 55 ctms. de alto y 35 de ancho.
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